domingo, 18 de octubre de 2009


Actualmente la nación tiene un consumo aproximado de 8.000 MW al año, considerando los estudios realizados por el gobierno en el último tiempo, esta cifra aumentará en una tasa de entre un 6% y un 7% anual, para tener una idea mas clara, el 2018 se necesitaran unos 10.000 MW mas de lo actual. Es por esto que el gobierno se ve obligado a aumentar la producción de energía paulatinamente, y para esto hay diferentes alternativas. El uso de energías renovables suena fuertemente en todo el mundo por el estado actual de nuestro planeta y la conciencia que los gobernadores están tomando con respecto al problema. Muchas naciones están utilizando energías alternativas que a demás de ser efectivas en producción, son amigables con el medio ambiente y renovables, entre estas, la energía geotérmica.

Chile no se encuentra exento de estas posibilidades, recordemos que somos un país ubicado en el llamado “Cordón de fuego del Pacífico”(lugares con alto grado de actividad volcánica), condición que facilita la extracción de energía geotérmica. De ser un hecho, la utilización de energía geotérmica podría llegar a subsanar parte de la demanda energética nacional, dependiendo del área de extracción, en Chile se estima que la energía geotérmica deberla a aportar con 3.500 MW (según un estudio echo el 2004, Biblioteca del Congreso Nacional de Chile). A modo de ejemplo, en México, la central geotérmica de Cerro Prieto abastece actualmente con 720MW, que corresponden a un área de trabajo de 18 km2 y reservas en el subsuelo que llegan a 50 km2.

Si bien estas cifras son atractivas, Chile necesitaría más de una habilitación de plantas geotérmicas para producir la cantidad de energía necesaria para la cantidad de población existente en todo el país, en este caso, seria recomendable para al abastecimiento de pequeños pueblos, también hay que tomar en cuenta el costo de la implantación de este tipo de centrales energéticas es elevado. Sin embargo los beneficios aunque a largo plazo, son mucho mayores y permiten entre otros, el ahorro en la compra de petróleo, el impacto ambiental que producen las hidroeléctricas, el beneficio de las personas de contar con energía renovable y bajo costo que a largo plazo se produce.

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