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Cuando escuchamos hablar acerca de las energías la mayoría de las veces pensamos en el cuidado del planeta, en el calentamiento global, en la dependencia energética, crisis, etc., lo cual se produce porque tenemos la costumbre de asociar de inmediato estos conceptos con la necesidad de producir. Pero… ¡Qué poco sabemos realmente!
Por miles de millones de años, la tierra ha entregado, y se ha valido también de diferentes fuentes de abastecimiento; el sol, el calor, la fuerza de los océanos y del viento, entre muchas otras, y últimamente ha estado en boga la forma en que el ser las utiliza. Es verdad que los humanos nos hemos dedicado a destruir más nuestro planeta que a cuidarlo y usar eficaz y eficientemente los recursos que éste nos entrega, pero nunca es tarde para comenzar a cambiar, y el primer paso es la información.